2. Un ambiente con mucha estimulación mejora el desarrollo del cerebro de los niños

¿Por qué las aulas de nidos y de educación inicial son muy coloridas?

 Como docente o padre de familia, ha podido observar las aulas, de algún nido o del nivel inicial, con abundante ambientación y especialmente colorida. En un sondeo a docentes de educación básica sobre el siguiente enunciado: “Un ambiente con mucha estimulación mejora el desarrollo del cerebro de los preescolares”, de 63 encuestados el 55.6% lo considera afirmativo. Resalta la tendencia de las docentes del nivel inicial a negar la preposición, ya que solo el 33%  lo considera correcto.
Dekker et al. (2012), en su estudio sobre neuromitos, reportó que el 75, 5% de los docentes ingleses y holandeses encuestados consideraban correcta la afirmación “Los ambientes que son ricos en estímulos mejoran el cerebro de los niños en edad pre-escolar”. En la misma línea, en  el estudio realizado con docentes latinoamericanos, Gleichgerrcht et al. (2015) indicó que ese porcentaje aumentaba al 92,2% en el total de la muestra.

Galli (2016), en su estudio ¿Hay niños visuales, auditivos y cinestésicos? El problema de los neuromitos en la interacción entre neurociencias, presenta como uno de los neuromitos más frecuentes a los “ambientes enriquecidos”, cuyo origen se encuentra en las investigaciones que realizaron, Greenough, Black y Wallace (1987), con ratones y demostraron que el ambiente es capaz de incidir sobre el número de sinapsis cerebrales durante el desarrollo.  Los resultados indicaron que a los ratones de laboratorio criados en un ambiente enriquecido presentaban hasta un 25% más de sinapsis por neurona en las áreas implicadas en la percepción sensorial, en comparación con los ratones “deprivados”. Aún más, los ratones del grupo experimental se desempeñaban mejor en tareas de aprendizaje y eran más veloces para recorrer los laberintos que los ratones del grupo de control. En error es asumir los resultados y considerar enriquecer los ambientes de los niños pequeños para fomentar la creación de sinapsis en el cerebro y así mejorar su aprendizaje.
Además, resalta lo que señala Bruer (1997) que cualquier ambiente donde se presenten estímulos y actividades novedosas puede ser considerado “enriquecido” y servir a los fines de promover el desarrollo cerebral, así como las habilidades cognitivas, tanto en niños como en adultos. Y que la idea de los ambientes enriquecidos no ofrece ningún consejo o recomendación a los docentes más que “no prive a los estudiantes de experiencias novedosas”.
Barrera M. (2009), en su reflexión sobre de la educación y los aprendizajes en la Tercera edad, señala la idea de que los ambientes enriquecidos en estímulos incrementan la capacidad del cerebro para el aprendizaje es un neuromito, en el sentido de que los niños deberían estar expuestos a diversos estímulos hasta los 3 años, ya que son más receptivos para aprender. Como consecuencia, la creencia común y generalizada es que, si un niño no ha sido expuesto a ambientes enriquecidos, no recuperará esta posibilidad más tarde y puede dar por perdido eso que no aprendió en los comienzos de su vida. Realmente creemos que si esto fuera así, cuántas posibilidades estarían pérdidas.


Referencias

Dekker, S., Lee, N. C., Howard-Jones, P., & Jolles, J. (2012). Neuromyths in education: Prevalence And predictors of misconceptions among teachers. Frontiers in Psychology, 3, 429. Recuperado de  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3475349/
De la Barrera, M. (2009). Educación, aprendizaje y tercera edad: algunas consideraciones generales. Caleidoscopio. Revista digital de contenidos educativos, (2), 26-33. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/ articulo?codigo=3095874
Della Chiesa, B. & Christoph, V. (2009).  Neurociencia y docentes: crónica de un encuentro. Cuadernos de Pedagogía (386) pp. 92-96. Recuperado de https://core.ac.uk/download/pdf/78543797.pdf
Falquez J. y  Ocampo J. (2018). Del conocimiento científico al malentendido. Prevalencia de neuromitos en estudiantes Ecuatorianos. Revista Iberoamericana de Educación [(2018), vol. 78 núm. 1, pp. 87-106] - OEI/CAEU. Recuperado de https://rieoei.org/RIE/article/view/3241
Galli, J. (2016). ¿Hay niños visuales, auditivos y cinestésicos? El problema de los neuromitos en la interacción entre neurociencias y educación. En M.L. Andrés, L. Canet &M.M. Richards (Comps.), ¿Cómo podemos transformar nuestras escuelas? Estrategias para fomentar la autorregulación en la escuela primaria (pp. 11-20).Mar del Plata : Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Psicología. Recuperado de https://www.researchgate.net/profile/Lorena_Canet_Juric/publication/311581343_COMO_PODEMOS_TRANSFORMAR_NUESTRAS_ESCUELAS_Estrategias_para_fomentar_la_autorregulacion_en_la_escuela_primaria/links/584ea05308aed95c25097024.pdf#page=11

Gleichgerrcht, E. (2015). Educational Neuromyths Among Teachers in Latin America. Mind Brain and Education,  9(3). Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/280974199

Comentarios

Entradas populares de este blog

1. Estilos de aprendizaje

3. Diferencia en la dominancia hemisférica